SEPTIMO PASO

SEGUIMIENTO

 

SUPERVISE

En el Mercadeo de Red, el secreto de la éxito radica en la supervisión. Uno de los principales errores cometidos por quien desarrolla el negocio es no supervisar después de cada exposición de productos y sobre la oportunidad. La mayoría de las personas apenas hace lo mínimo y lo mínimo no lo llevará a ninguna parte.

Usted debe registrar en una plantilla de trabajo el nombre de todas las personas a las que usted expuso el plan y las respuestas de cada una, para que usted pueda supervisarlas.

Si el consultor no cierra negocio con usted despues de la presentación, programe un próximo encuentro máximo 48 horas después. Si no puede programar el siguiente encuentro para las 48 horas siguientes, no tarde más de una semana para reestablecer el contacto. No debemos dejar enfriar el contacto. Una excelente estrategia es dejar al consultor con algún material físico (revista, plan de acción, etc.) o algún producto de modo que sea un buen motivo para volverlo a contactar y recoger el material. No deje abierto o a criterio del invitado la definición de fecha del próximo contacto.

Usted corre el riesgo de ser inpertinente si se pone a llamarlo a todo instante, intentando marcar un nuevo encuentro. Si el consultor se quedó con algún producto para su uso, llámelo después de tres días preguntándole sí le ha gustado y aproveche este contacto para realizar la venta de más productos, infórmele sobre promociones e invítelo nuevamente a otras actividades.

OBJETIVO:

Hacer seguimiento del invitado dentro de las 48 horas es no perder el entusiasmo, interés o curiosidad con lo que se fue este después de la presentación. Generalmente no se logra cerrar en el primer contacto, se tiene como experiencia que al sexto contacto o reunión el cierre es bastante probable y poder contar con un socio, un cliente o un vendedor.

Siempre lleve el consultor al próximo evento, al siguiente entrenamiento y a nuevos encuentros uno a uno. Continúe exponiéndolo al negocio hasta que él crea.

Una buena supervisión ocurre cuando usted suministra información y soporte a su consultor de modo suficiente para que se establezca la confianza, para empezar el negocio de forma natural y orgánica.

PUNTOS CLAVE PARA LA SUPERVISIÓN

ENFOQUE EN LA INFORMACIÓN Y EN EL CONOCIMIENTO

Intente enseñar algo sobre el negocio al consultor cada vez que mantenga contacto. De este modo, él no se sentirá que usted está intentando venderle algo y sí que usted le ofrece una oportunidad. Para ello, debe disponer del máximo de informaciones posibles sobre el negocio.

ELIMINE EL MIEDO

¿Qué tienen a perder? La mayor razón por la cual la gente no comienza el negocio es el miedo. El miedo es programado para nosotros desde la infancia y se nos enseña a temerle a todo. Pero, recuerde que el miedo es una falsa evidencia de que las cosas malas son reales, por lo tanto, decir algo sencillo como: “usted no tiene nada que perder si lo intenta” puede ser lo que hace falta para que un consultor entre en el negocio.

OFREZCA PRODUCTOS AL CONSULTOR

Si el consultor está en duda, una buena actitud es presentarle los productos. Si la persona se entusiasma por la calidad de los productos, la creencia y el entusiasmo para emprender el negocio crecerá considerablemente.

SIEMPRE OFREZCA NUEVAS PERSPECTIVAS

Un 95% de las personas son negativas. Usted escuchará muchas preguntas negativas sobre del negocio y su deber es desmitificar esas perspectivas y ofrecer otras. En vez de responder directamente a interrogantes sobre el coste del kit inicial, por ejemplo, pregúnteles:

“¿Será que Evandro Viana o Lucas Batistone se preocuparían por el valor del kit de inicio? ¿O ellos percibirían la excelente oportunidad y vislumbraron un próspero futuro?» Todo lo que hace falta es que ofrezca una perspectiva positiva a su consultor.

PREPARE AL CONSULTOR PARA ENFRENTAR A LA INFLUENCIA NEGATIVA DE OTRAS PERSONAS

Probablemente escuchará a personas a su alrededor diciendo cosas como “Nadie jamás tuvo éxito en ese tipo de negocio” o “Usted perderá todo su dinero”. Ofrezca argumentos para rebatir dichas  afirmaciones. Póngales en la mente que las personas negativas terminarán muertas o en bancarrota y no poseen el derecho de aconsejar a nadie. Diga esto de manera suave y amistosa.

SUPERVISION COMO META

Para dominar el proceso de supervisión, debemos estar siempre disponiendo la siguiente reunión. Si usted siempre marca una nueva reunión o encuentro con el consultor sus habilidades de supervisión se perfeccionan y su negocio por entero mejorará. Por lo tanto, recuérdese de nunca finalizar el contacto con un consultor sin dejar la próxima reunión programada.

ACTIVIDAD DIARIA

Ya dijimos en otro momento que las personas pecan por hablar demasiado. Así que, cuando salga a exponer el plan, recuerde que lo hace para exponer un plan. En ese momento, usted no departirá sobre la vida de la persona o actualizará una charla de años, ni merendará, beberá o se divertirá. Un buen plan se presenta entre 40 a 50 minutos. Inclusive, porque usted necesita presentar otros planes en el mismo día.

Una buena técnica es abordar a su consultor ya con la siguiente frase en los labios:

“Hola, amigo mío, ¿cómo estás?, ¿hace cuánto que no te veo? Hoy, desafortunadamente no podremos charlar como me gustaría, porque después de esta reunión, necesito encontrarme con un empresario que se muere de ganas por entrar en el negocio que te presentaré, pero como eres mi amigo, decidí mostrártelo de antemano, te expondré todo eso a lo largo de los próximos 40 minutos.

Haciendo esto, usted ya delimitó el tiempo e instauró un sentido de urgencia en su consultor. Usted debe realizar al menos dos presentaciones de 40 minutos todos los días. Ya sea para usted mismo, directamente, o para alguien de su equipo. Recordando que, en su agenda semanal, deben incluirse, como mínimo, una presentación de negocios general (APN) y una o dos reuniones caseras.